Rock & Roll
Recomendación musical: Blue & Lonesome – The Rolling
Stones
Libro de la semana: Dream a Little dream. Kerstin Gier.
Libro de la semana: Dream a Little dream. Kerstin Gier.
Escuchando el nuevo disco de los
Rolling Stones me ha hecho recordar el porqué de mi particular gusto por el
rock. A los catorce años y en medio de la tan espantosa etapa de la secundaria,
me encontraba “vacía” por decirlo así. No tenía un pasatiempo ni mucho menos
algo en lo que pudiera enfocarme, además de la escuela y los estudios.
Supongo que fue en ese momento en
el que lo escuche por primera vez. Nunca lo voy a olvidar. Platicando con
varios compañeros de aquel entonces, vi a lo lejos a una amiga, sentada con sus
“walkman” a todo volumen, sin saber porque me acerque y por primera vez escuche
esa voz. Anormal para mi conocimiento, ese uso de la guitarra tan frenético y
esa batería tan rara.
-¿Qué es? -Pregunté.
-Son los Stones. Los Rolling
Stones.
¡Y zaz! Todo cambio. Empecé comprando discos
piratas, de esos que traen chorrocientas canciones y no se escuchaban bien, si,
de esos que después de varias reproducciones tenías que limpiarlos con un papel
para que se reprodujera. Si de esos. Incluso me sentaba junto a la grabadora
para (valga la rebuznancia) grabar las canciones que pasaban en la radio local;
desde los Stones hasta los Beatles pasando por Led Zepellin, ¡Incluso Pantera!
Porque, enfrentémoslo, para los
finales de los noventa y para una mocosa de 14 años era imposible conseguir un
disco con música en inglés y más cuando en tu ciudad lo más popular eran los
Tucanes de Tijuana. No me malinterpreten, no hago menos los diferentes géneros
(excepto por el reggaetón, ese sí), creo firmemente que toda la música es
hermosa sin importar el tipo. Pero volvamos a lo importante. El rock. Durante
los años siguientes empecé a conocer más y más grupos, bandas, solistas,
cantantes, como quieran llamarlos. Pase del rock al blues, del alternativo al
gótico llegando al metal o hasta el trash. Simplemente todo aquel que tuviera
una buena guitarra o batería que pusiera mi piel de gallina, lo consideraba
bueno.
Puedo enfrascarme y escribirles sobre
este tema por páginas y páginas hasta que se me acaben las ideas o simplemente
hasta que me canse, pero ese no es el punto. Supongo que la pregunta aquí sería
¿Y a mí que me importa? Buen punto. Y la respuesta sería: el rock es mi musa. Desde
trabajos escolares, profesionales o incluso mi pasatiempo de escribir “novelas”,
siempre tiene que haber una canción. Ya sean los Stones, Hendrix, Sinatra o el mismísimo
rey Preasley, siempre hay una especial para cada momento. Sin importar como te
sientas o lo que estés pensando, siempre habrá una canción de rock lista para
ese momento. Incluso si no sabes inglés o si no sabes que rayos dicen, la sola música
te acompaña. Piénsalo bien.
¿Estas trise? Dust in the wind
(Kansas)
¿Valiente? Eye of the tiger (Survivor)
¿Romántico? I put a spell on you (Nina
Simone)
¿Independiente? It’s my life (Bon
Jovi)
¿Molesto? Chop Suey! (System of a
Down) A todo volumen de preferencia.
No sé cómo los escritores se inspiren,
ni siquiera me considera una escritora como para decirles miles de razones con
ideas bien argumentadas, pero supongo que al final todo se puede describir en
una sola frase:
I LOVE ROCK AND ROLL.
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